‘Himno vertical’ de Rocío Márquez y Pedro Rojas Ogáyar es una obra intimista de inspiración literaria. Es también un trabajo de experimentación vocal que me recuerda algunas grabaciones de Marchena por esa facilidad para hacer algo tan difícil como pasar del recitado al canto en una milésima de segundo.
La obertura es ya una declaración de intenciones donde se combina el recitado con el cante y también con el canto más enfático del rock épico, a lo que contribuyen las guitarras eléctricas. Los fandangos de Huelva son un prodigio de equilibrio entre serenidad e intensidad.
Con guiños, nuevamente, al legado clásico del flamenco, pero con la cantaora rompiéndose emocionalmente al mismo tiempo que el guitarrista prueba la resistencia de sus cuerdas.
Este trabajo es la culminación, hasta la fecha, que no el final, de un proceso en el que Márquez, sin romper con su elegancia característica, se ha adentrado en territorios emocionales que la han puesto al límite como intérprete. Al límite de su capacidad vocal que va desde lo íntimo a lo desgarrado, pasando por lo gutural, el cándido balbuceo infantil y la expresión de la ira en la misma frase musical.
Al límite de su entrega emocional. Palabra es una canción de amor de encendido erotismo sostenida en un sencillo arpegio de guitarra con apuntes melódicos del violoncelo de Isadora O’Ryan. La seguiriya se construye sobre el osbtinato de la percusión de Agustín Diassera y las sugerencias épicas de la guitarra eléctrica sicodélica para un canto desolado, antes de la desolación.
En la soleá el cante se mueve por las melodías de la tradición, con la voz doblada en algunos pasajes. El Interludio es un delicioso fandango de Málaga que desemboca en una luminosa malagueña del Canario, con unos deliciosos arreglos de Rojas Ogáyar.
Un cante de una seguridad apabullante. Una pasada. La guajira americana nos adentra en el campo de country, de las interminables carreteras del Medio Oeste. En los tangos Márquez se vuelve a apoyar en la percusión de Agustín Diassera y en ellos Márquez demuestra su virtuosismo rítmico.
Las bulerías se construyen sobre un poema del argentino Roberto Juárroz (1925-1995) incluido en su Poesía vertical que parece haber sugerido el título de este disco. La obra se cierra a ritmo de tanguillos con guiños de milonga.
Himno vertical es una obra desgarrada, intensa, érotica, lúdica, serena, desesperada, agónica, exultante, categórica, balbuciente, hastiada, sublime, natural, extraña, rota, segura, directa, sugerente. Estos mismos calificativos podemos aplicarlos al uso que hace Márquez de la voz en esta propuesta. Se articula en piezas breves y directas en las que Márquez firma, con la colaboración de la poeta jiennense Carmen Camacho, todas las letras introspectivas.
Rocío Márquez (Huelva, 1985) ha firmado los discos Aquí y ahora (2009), Claridad (2012), El Niño (2014), Firmamento (2017), Diálogo de viejos y nuevos sones (2018) con Fahmi Alqhai, Visto en El Jueves (2019), Omnia vincit amor (2020) con Enrike Solinís, Tercer cielo (2022) con Bronquio y Flamencos: Falla, Albéniz, Granados (2022) con Rosa Torres Pardo.
En su carrera cuenta con importantes hitos como ser la primera mujer en obtener los cuatro premios específicos además de la Lámpara Minera en el Festival de Cante de Las Minas de La Unión (2008), algo solo logrado hasta ese entonces por Miguel Poveda. Además, es la primera artista española en conseguir el premio francés Les Victorias du Jazz (2020) y la primera vez que este galardón reconoce a un disco de flamenco (Visto en El Jueves) en la categoría de músicas del mundo. También es la primera mujer en recibir la Medalla de Oro de la Petenera (2019). Tercer cielo fue considerado como el Mejor Disco del Año 2022 según la PAM (Periodistas Asociados de Música).
Márquez ha compuesto canciones para las películas Fandango (2024) de Remedios Málvarez y Arturo Andújar (2024), Teresa (2023) de Paula Ortiz, El mundo es vuestro (2022) de Alfonso Sánchez Fernández, El Cover (2021) de Secun de la Rosa, Pico Reja, la verdad que la tierra esconde (2021) de Remedios Málvarez y Arturo Andújar y Entre dos aguas (2018) de Isaki Lacuesta.
Rocío Márquez es Doctora cum laude por la Universidad de Sevilla con su tesis sobre Técnica Vocal en el Flamenco. Es docente en el Máster Interuniversitario en Investigación y Análisis del Flamenco.
‘Himno vertical’. Rocío Márquez. Guitarra: Pedro Rojas Ogáyar. Delirioyromero
Rocío Márquez, en una actuación reciente.