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Muere Diego de Morón

Diego de Morón falleció ayer a los 78 años de edad. Coincide la muerte de Diego de Morón con la salida al mercado de su biografía, escrita por Juan Toro y publicada por Almuzara hace apenas una semana. En él nos anuncia su autor que existe una grabación del tocaor con Rosalía, de 2019, que sería su última grabación. Su último recital lo ofreció en la sala Flamenquería de Triana, Sevilla, el 31 de enero de 2020. Dimos cuenta en esa ocasión del hecho en estas páginas. Diego Torres Amaya, Diego de Morón para el flamenco, nació en Morón de la Frontera, Sevilla, en 1947. Era hijo del cantaor Joselero de Morón y sobrino por línea materna de Diego del Gastor, un mito de la guitarra flamenca de todos los tiempos. Con Joselero llevó a cabo sus primeros registros, grabando tres discos en 1975, uno de ellos en directo en la sala Zeleste de Barcelona, y otro más en 1978. Como solista se inició en 1975 al grabar un disco doble para Movieplay en el que incluía la música de su tío, y daba ya sus primeros pasos como autor. Firma como Dieguito el del Gastor. A este doble disco siguió, en 1977, Aire fresco, su disco más comercial, y el único de esta etapa que se reeditó completo en CD. El disco está producido por Gonzalo García Pelayo que pone a los grupos estrella de aquel momento de su escudería, los grupos Triana y Granada, al servicio del tocaor. En CD se editó en Japón en 1998 Vivo en Japón, grabado cuatro años antes en Fukuoka, que no llegó a distribuirse en España. El último CD que se editó de Diego de Morón fue el volumen que le dedicó la colección Flamenco y Universidad en 2016 en el que recoge, además de otras de estudio, algunas grabaciones en directo en La Carbonería de Sevilla. Una grabación que apenas tuvo repercusión.

Este tocaor contó y cuenta con un gran número de seguidores, muchos de ellos no estrictamente aficionados flamencos, tanto en España como en el extranjero. En especial en Estados Unidos, país en el que residió en los años setenta, tiene muchos discípulos, igual que su tío Diego del Gastor. De hecho, Diego de Morón era un digno heredero del toque de su tío, “a cuerda pelá”, es decir, con melodías directas y en muchos casos sin armonizar. Se trataba de un intérprete de acusada personalidad dentro de una casa y una escuela tocaora característica, el llamado toque de Morón. Es una escuela que parece ignorar las revoluciones musicales de la guitarra flamenca del siglo XX y se retrotrae al toque decimonónico de Paco de Lucena. También heredó el carácter bohemio de su tío, lo que le llevó a tener una trayectoria artística que en ocasiones se salía de los cauces habituales en el género, pasando largas temporadas sin comparecer en los escenarios y con una trayectoria discográfica, como hemos visto, cuando menos curiosa. No obstante, tocó en todas las grandes citas flamencas, desde la Bienal de Sevilla a los Jueves Flamencos de Cajasol, el Festival de Jerez y otros grandes escenarios. También sus conciertos podrían parecer extraños a un público no habituado a sus formas musicales. Su música era hipnótica, morosa, extraña, cautivadora. Diferente a todas. Diego de Morón amaba la música y disfrutaba ejecutándola, y eso se trasmitía a su público.

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