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Paco Cepero y su tiempo

El guitarrista jerezano, con la ayuda del escritor Francisco Cuaresma, repasa en un libro su vida y su obra. Lo mejor de este libro es la época que describe. Una actitud tan laudatoria, incluso en el caso de un genio, que no es el caso, resulta insulsa. Paco Cepero (Jerez, 1942) es un gran guitarrista de acompañamiento. Lo demostró con Camarón con el Tío Borrico, con Rancapino, con Turronero, con Juanito Villar, con Pansequito, con José el de la Tomasa, con El Lebrijano, con Chiquetete, con La Marelu, con Santiago Donday y con muchos otros. Tanto en vivo como en disco.

Me interesa menos interesante su trabajo como solista y como compositor, aunque en esta última faceta tuvo una resonancia enorme, y unos grandes derechos de autor, con artistas como Rocío Jurado, Chiquetete, Lolita o María Jiménez. Pero ¡qué época la que describe!: la de Las Brujas y Torres Bermejas, la del Café de Chinitas.

La de Camarón, que será joven por siempre, y la del joven Rancapino. La de la edad de oro de los tablaos y los festivales andaluces de verano, con todos sus héroes: Turronero, Pansequito, Rancapino, Juanito Villar, Chiquetete, José el de la Tomasa, etc.

Al Turronero (Manuel Mancheño Peña, Vejer de la Frontera, 1947- Sevilla, 2006) le acompaña Cepero desde su primer disco, Y primero el compás (1970), cuando su nombre artístico era El Turrón, compartiendo las labores de guitarrista junto al veterano Antonio Arenas. En 1973 con Cantes viejos, temas nuevos ya es El Turronero. Intervino en todos los discos del cantaor, como guitarrista, muchas veces con la ayuda de Enrique de Melchor, y, en ocasiones, como autor y productor, hasta Yo vivo a mi manera (1984), incluyendo Promesa rota (1982), que es un disco de sevillanas escrito y producido por Manuel Pareja-Obregón. Tan solo los tres últimos discos de El Turronero no cuentan con la colaboración de Cepero. En esta labor junto al Turronero destaca su composición Andalucía por tangos, con letra de Fosforito, del disco Así lo siento (1978) que hizo que el cantaor sonara a través de las emisoras de radio de toda Andalucía: se hablaba en ese momento del estatuto. Recordemos que Defender Andalucía de Enrique Morente, de temática muy parecida, había aparecido un año antes en Despegando.

Eran discos que se escribían y se interpretaban rápido, “flamenco exprés” los denomina el autor de este libro que, no obstante, destaca también temas profundos como la seguiriya atribuida al Nitri Pare mío Jesús incluida en su disco Aires del sur (1980), que cree que es el mejor de los que hicieron Cepero y El Turronero.

En 2008 se publicó El Turronero con la guitarra flamenca de Paco Cepero extraído de los archivos de Ricardo Pachón, que es un vivo retrato del trabajo que ambos artistas llevaron a cabo en 1977 y 1978 por los festivales andaluces: Los Palacios, Utrera, Lebrija, etc.

Con Chiquetete (Antonio Cortés Pantoja, Algeciras, 1948-Sevilla, 2018) también está desde su primer disco (1977) en el que, además de tocar la guitarra, incluye una composición Gitana canastera. Esa va a ser la tónica en su entrega siguiente Gitano yo he nacío (1977), pero en Triana despierta (1979) asume también labores de producción que se continuarían, después del paréntesis de Altozano (1980), en Tu y yo (1981), donde empiezan los primeros atisbos de canción ligera en dos temas de Cepero arreglados para orquesta por Miguel Ángel Varona. Aprende a soñar (1982), aunque escrito y producido por Cepero, asumiría en toda su extensión esta línea de balada romántica ligera que ya aparecía, parcialmente, en su entrega anterior. La fórmula se repetiría al año siente con Ser amante y en 1984 con Eres mía marcando el techo de popularidad alcanzado por el cantante-cantaor con la canción Esta cobardía; y en 1986 con Bohemio en el amor sin tanto éxito. Madrugada (1987) trata de repetir la fórmula con nuevos discográfica y arreglista, pero la fórmula estaba ya agotada. Chiquetete lo intentó con Juan Pardo y volvió a la fórmula Cepero con Profesor de sueños (1991), infructuosamente. Tampoco Y quien puede ser (1990) obtuvo el éxito perseguido.

Además de sus colaboraciones con el flamenco y la balada romántica, Cepero también escribió, produjo y tocó sevillanas para Chiquetete tanto en Mis sevillanas (1983), con una composición propia Gitano soy, como en Sevilla sin tu amor (1988), que incluiría La puerta de Toledo de Manuel Pareja-Obregón, el último éxito de Chiquetete. En este disco Cepero se limita a tocar y producir. En la mayoría de las colaboraciones entre estos dos artistas Enrique de Melchor figura como segundo guitarrista.

‘Paco Cepero. Repasando mi vida’. Francisco Cuaresma. Almuzara, 382 pp.

Imagen: Rancapino y Paco Cepero en un concierto de 1999. / Francisco Periñán

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