El espectáculo ofreció algunas de esas imágenes que parte del público sevillano espera de una gala de inauguración de la Bienal de Flamenco en formato de “dúos increíbles”. Así Miguel Poveda cantando por tangos con la guitarra de Tomatito. O Aurora Vargas haciendo otro tanto con Diego del Morao.
La propuesta tiene dos líneas argumentales, la música de Paco de Lucía que corre a cargo de los guitarristas de plantilla y los invitados de campanillas que hacen lo suyo. Hacen lo suyo con algún guiño al guitarrista de Algeciras, pero lo suyo. Puede ser una cita más extensa o un guiño ínfimo. Así, Vargas hizo sus tangos, esos que son parte de la historia del flamenco desde hace décadas, pero los trufó con el célebre estribillo de Solo quiero caminar. O Poveda que, además de los mencionados tangos, cantó un fragmento del Poema de la seguiriya gitana de Federico García Lorca, que volveremos a escuchar, probablemente, en el recital de hoy. Eso sí, dedicándoselo a Paco de Lucía. La guitarra que llora en el poema de Lorca es la que añora a Paco de Lucía. Ese es el detalle. Es un poema que musicó en su momento Enrique Morente.
Otro dúo de campanillas fue el que protagonizaron Farruquito e Israel Fernández al final del tema del maestro Zyriab, a ritmo de seguirillas. Zyriab es una personalísima versión de Meeting of the spirits de John MacLaughlin, incluida en The inner mounting flame (1971) el primer disco de MacLaughlin con The Mahavishnu Orchestra.
Otros grandes éxitos de Paco de Lucía que sonaron anoche fueron la Canción de amor, Almoraima o las sevillanas a dúo de la película de Carlos Saura. Con Antonio Sánchez y David de Arahal emulando a Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. El guiño al pasado se conformó con un presente rutilante en las manos de jóvenes intérpretes como los mencionados o José del Tomate al que le tocó en suerte la Canción de amor a guitarra sola. La parte de los guitarristas discurrió así a guitarra sola, dúo, trío, cuarteto, quinteto. También aportaron juventud Las Zarzanas con una forma de decir el cante que contrastó con las maneras clásicas, clásicas contemporáneas, claro, de una Aurora Vargas.
La gala cumplió con su función de abrir fuego y presentar a algunos de los intérpretes y momentos que vendrán en las próximas semanas. Sin mucho riesgo, ciertamente. Como se esperaba. Una apuesta segura a un valor clásico, el que representa Paco de Lucía. Y que llegó a ese punto, ciertamente, porque se arriesgó en muchos momentos de su carrera artística. Pero esa es otra historia que poco tiene que ver con lo de anoche. Tomatito vino e hizo un par de toques de su repertorio. Entre ellos tema principal de Two much, de Michel Camilo, y que grabó junto al portorriqueño en el mítico disco Spain. Y que forma parte de su repertorio habitual, en formato de dúo de guitarra, en este caso junto a su hijo José del Tomate. Me gustó el par de apuntes de sus recuerdos de Paco de Lucía que brindó el almeriense. El quinteto de guitarristas, por su parte, se ajustó literalmente a la música del homenajeado. Más a la letra que al espíritu, como decíamos. Aunque Diego del Morao nos ofreció una composición propia, que forma parte de su único disco en solitario.
XXIII Bienal de Flamenco. ‘Caudal (gala inaugural)’. Cante: Aurora Vargas, Miguel Poveda, Israel Fernández. Baile: Farruquito. Guitarra: Tomatito, Juan José Suárez ‘Paquete’, Diego del Morao, Antonio Sánchez, José del Tomate, David de Arahal, Jesús Guerrero. Coros y palmas: Los Makarines, Las Zarzanas, Kiki Cortiñas. Percusión: Israel Suárez ‘Piraña’, Paquito González. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: jueves, 12 de septiembre. Aforo: Lleno.
Imagen: De izquierda a derecha, Antonio Sánchez, José del Tomate, Farruquito e Israel Fernández. Bienal/Laura León.