El aire de La Puebla es diferente. No existe un caso similar en toda la geografía jonda ya que la tradición cantaora de La Puebla se remonta al siglo XIX con Lola la de Lucena, que recibió su remoquete artístico de su relación con el tocaor Paco de Lucena, y continua en el siglo XX con una cantaora magistral, cuya obra, tan necesaria y popular, siguen estando necesitada de una profunda revisión, la Niña de la Puebla que, además de sus prodigiosos campanilleros y sus deliciosas colombianas a dos voces, era una intérprete excelsa de soleares, seguiriyas, tarantas y malagueñas. Además de comprometida políticamente, recordemos sus Campanilleros de la libertad en plena contienda civil.
La llama del cante en La Puebla la retomó en la posguerra Alvarito Trigueros al que sucedería, de la mano de Moreno Galván, una auténtica explosión cantaora con artistas como José Menese, vanguardia de su generación, Miguel Vargas, Manuel Gerena o Diego Clavel.
Manolo Catato supone un puente hacia una segunda explosión creadora con artistas actuales de la talla de Raúl Montesinos, Rubito hijo, el malogrado Juan Meneses, el joven Pepe el Boleco o La Yiya, que cantó el pasado día 8 de julio en la LIV Reunión de Cante Jondo.
Por supuesto que este festival, toda una referencia de la geografía festivalera jonda, fue también en buena medida una creación de Francisco Moreno Galván (1925-1999), que diseñó la escenografía y las directrices estéticas del mismo, y que continúan vigentes 54 años después ¿fidelidad a los orígenes? ¿tradicionalismo? ¿inmovilismo? La Puebla fue vanguardia en su momento.
Las letras que Moreno Galván firmó para las voces de José Menese, Diego Clavel y Miguel Vargas encajaban en la métrica y las melodías tradicionales. Pero hablaban del momento presente, de aquel momento de mitad de los sesenta hasta finales de los 90 en que produce su última obra, A mi madre Remedios (1997), para José Menese.
Una vez fallecido Moreno Galván, Menese retomará los textos y las imágenes de Moreno Galván para su última gran obra, A Francisco (2000). Y La Yiya, en su última entrega, A fuerza de corazón (2019), también ha desempolvado algunos inéditos de Moreno Galván.
Porque Moreno Galván era el alma mater del flamenco en la Puebla.
No sólo como productor discográfico sino como letrista, diseñador y autor intelectual de las obras de José Menese y de seis discos de Miguel Vargas y cinco de Diego Clavel. Además, como digo, fue el autor intelectual del la Reunión de Cante Jondo de la Puebla, cuya primera edición se llevó a cabo en 1967 y que ha sido espejo de otros muchos festivales en la geografía andaluza.
A ello hay que sumar una enorme producción plástica que incluye cuadros, carteles, trabajos de edición y tipográficos, arquitectura y urbanismo, en su mayoría relacionados con el mundo de lo jondo.
El arte de Moreno Galván se puede vivir, respirar, en directo en las calles de La Puebla, en el museo José María Moreno Galván, que acoge estos días una muestra de fotografías de Ana Torralva, posee una torre completa dedicada a pinturas y carteles de Francisco Moreno Galván, en le Hacienda la Fuenlonguilla, marco de la Reunión de Cante Jondo. Por eso a nadie pilló por sorpresa cuando hace 25 años un grupo de aficionados locales decidió llamar a la Peña de La Puebla la Peña Flamenca Francisco Moreno Galván.
Una peña que publica una revista, Arte Jondo, cuyo último número está dedicado a celebrar esta efeméride y a repasar los 25 años de la historia de la Peña que son 25 años de la historia del flamenco tal y como se entiende en La Puebla de Cazalla. Por supuesto que la historia no será la misma sin la figura de Francisco Moreno Galván.La edición, como suele ser habitual en esta publicación, trae un material extra excelente: un disco grabado en directo el 26 de abril de 1997, día de la inauguración de la Peña.
Esa noche cantaron Miguel Vargas, Diego Clavel y José Menese. Abre el recital la sobria guitarra de José Luis Postigo para la voz honesta, todo corazón, todo verdad, de Miguel Vargas. Un cantaor sin pose, directo, sentillo en sus pretensiones y en su realización artística.
Cantes de Alcalá, Utrera y Triana, según apunta Diego Clavel en el libreto del CD. Por seguiriyas hace Vargas cantes de Triana, Cádiz y Los Puertos. Diego Clavel, que es el único intérprete que no hace letras de Moreno Galván, sino de su propio repertorio, inició su recital, con la guitarra de Fernando Rodríguez, por cartageneras. Cantes de Chacón y atribuidos al Rojo el Alpargatero hechos a la manera seca y personal de Clavel.
Por soleá el cantaor de La Puebla se decide por los estilos trianeros de Silverio. José Menese abrió su recital, con la guitarra de Antonio Carrión, por tarantas , para derivar luego a la alboreá, un cante que no hemos podido escuchar por un defecto en la grabación original, o en la edición de las mismas.
Cerró su intervención Menese con seguiriyas de Jerez y Los Puertos. Nuestras felicitaciones a la Peña Flamenca Francisco Moreno Galván por estos primeros 25 años de vida y nuestro brindis porque sean muchos años más los que celebre.
‘Arte Jondo. Revista de la Peña Flamenca Cultural Francisco Moreno Galván’ Cristino Raya y Juan Carlos Tienda (eds.) Peña Flamenca Francisco Moreno Galván/Ayuntamiento de la Puebla de Cazalla. Incluye CD en directo con cantes de Miguel Vargas, Diego Clavel y José Menese.
Imagen: José Menese y Antonio Carrión, guitarra, en 1999.