¡Conozca la 'Historia del Flamenco'!

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Una pareja inopinada con resultados felices

Se trata de dos intérpretes con un concepto muy distinto de lo jondo, de polaridades complementarias, lo que a uno le falta lo posee el otro y tal vez esta sea la razón de que se hayan encontrado. El toque de Dani de Morón, aunque asentado en la tradición de su pueblo, es tenso y nervioso en tanto que el cante de Antonio Reyes es característico de la bahía gaditana: mesura, equilibrio, naturalidad. Fueron estos, los de su tierra, los estilos en los que más brilló el chiclanero, como no podía ser menos. En las cantiñas, que hizo a la forma ligada característica de principios del siglo XX, deliciosa. También la soleá de su tierra, depurada, limpia.

No le veo a Reyes, sin embargo, la vena trágica, ni tampoco la rabia, por eso la seguiriya no me llegó, no obstante lo cual debo decir que echó toda la carne en el asador. De hecho, fue uno de los estilos más jaleados por el público. También se animó, con excelentes resultados, por un cante en las antípodas de su estética como es la taranta, que hizo a la manera camaronera, como digo de forma muy solvente. En las bulerías, que fueron, en parte, adelanto del nuevo disco que prepara, además de mostrar su virtuosismo rítmico echó mano de sus característicos estribillos lolailos, que tanto gustan a sus seguidores.

Ya sabemos que el cante de Reyes rezuma frescura, naturalidad, al tiempo que se inspira en los grandes intérpretes de su comarca de los años 60 como Camarón, Pansequito y Chiquetete, con el que tiene un enorme parecido en lo que se refiere al timbre vocal. Una voz melodiosa y plena de colores suaves, de matices pastel, que es una delicia.

El toque de Dani de Morón, sin embargo, aunque firmemente asentado en la tradición, busca nuevos horizontes sonoros, de lo que dio buena muestra en los dos toques solistas que ofreció. Un toque impresionista y nervioso que salta de una nota a otra con una rapidez de vértigo ofreciendo siempre soluciones melódicas sorprendentes.
La farruca se construyó sobre el toque tradicional al que el de Morón dio aún más solemnidad, que ya es decir, y acabado clásico. En el acompañamiento que hizo por soleá se vio más que en ningún otro momento de donde viene ya que la cejilla estaba tan alta que apenas le quedó mástil sino para ofrecer las falsetas clásicas de su tierra. Y es que su concepto del toque también lo ha llevado el mundo del acompañamiento al cante. Una pareja inopinada pero con resultadas francamente felices.

‘DanideMorón_AntonioReyes’. Bienal de Flamenco. Antonio Reyes y Dani de Morón. Cante: Antonio Reyes. Guitarra, composición, dirección musical: Dani de Morón. Coros, palmas y cajón: Antonio Montes Saavedra y Manuel Jesús Montes Saavedra ‘Los Mellis’. Palmas: Tane Núñez y Diego Montoya. Iluminación: Sergio Collantes. Lugar: Cartuja Center Cite. Fecha: Martes, 20 de septiembre. Aforo: Casi lleno.

Imagen: Bienal de Flamenco/Claudia Ruiz.

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