‘Gigsy rock’ de Las Grecas cumple 50 años con una envidiable buena salud y un gran sonido marcado por la intensidad vocal del dúo. El flamenco está poblado de grandes compositoras: María Borrico, La Andonda, La Serneta, La Parrala, Concha la Peñaranda, La Trini, La Rubia, Paca Aguilera, La Pompi, Emilia Benito, La Rubia de las Perlas, Pastora Pavón, Fernanda de Utrera, La Tremendita, Rosalía, etc. Por no hablar de baile, donde ahí la nómina es infinita. Y al hablar de este exitoso dúo de los 70, Las Grecas, se nos olvida muchas veces que ellas, además de ser unas excepcionales intérpretes, fueron también compositoras de la mayor parte de su repertorio.
Este año se cumplen 51 de su gran hit, Te estoy amando locamente que, pese a venir firmado por Felipe Campuzano, muchos consideran, siguiendo las declaraciones de las propias artistas, que ellas fueron las auténticas compositoras de la pieza. Este éxito dio lugar al disco de larga duración Gipsy rock, que cumple el medio siglo en 2024, y que incluye varias piezas firmadas por Carmela Muñoz Barrull (Valladolid, 19 de julio de 1954), la mayor de Las Grecas.
Las Grecas fueron dos hermanas gitanas de Valladolid que, tras unos inicios titubeantes en el mundo del flamenco, dieron un pelotazo con Te estoy amando locamente. Por cierto que algunos afirman que Paco de Lucía luego plagió la canción de Las Grecas en la rumba Entre dos aguas , que grabó unos meses más tarde de que se editara el sencillo de Las Grecas. Paco de Lucía ¿plagiar? ¡Vamos hombre! Si Paco es uno de los compositores más originales, y por ende a su vez plagiado, de la historia. Fin de la discusión (los que eso afirman, desconocen la diferencia entre la cita y el plagio). En Gipsy rock, además de Felipe Campuzano y Carmela Muñoz, encontramos las firmas de Quintero/León/Quiroga (La zarzamora) y Roberto Carlos (Te amo, te amo, te amo) y Jeros, el de en medio de Los Chichos, que incluye tres piezas en el disco: Bella kali, No nanay y Orgullo. Estas dos últimas fueron grabadas por Los Chichos en su álbum de debut Ni Más Ni Menos (1974) siendo renombradas como Si tanto me querías y No me convencerás, respectivamente. La otra hermana del dúo, Tina, nacida en 1957, murió en Aranjuez en 1995.
Gipsy rock es ni más ni menos lo que promete el título: flamenco en la voz y en el sentimiento con arreglos de rock.
Desde luego que ellas no fueron las primeras. El primero, al César lo que es del César, fue don Agustín Catellón Campos, Sabicas para los amigos, con su Rock encounter de 1970, por más que el pamplonica renegara de la grabación más tarde. A decir verdad, el ideólogo fue el guitarrista y productor de la obra Joe Beck, al que los flamencos deberían poner un monumento. El avezado productor Ricardo Pachón, al que tanto le debemos, tomó nota del disco de Sabicas y produjo El garrotín, Tangos de Ketama y Ni recuerdo, ni olvido a cargo de unos Smash enriquecidos con la voz y la guitarra del Manuel Molina pre Lole y Manuel. Es por ello que Silvio, en esa época batería de Smash, se atribuía la creación del flamenco-rock. Ni tanto, ni de ello. Pero nada de ello cuajó a nivel popular como este Gisy rock de 1974 donde las voces de Carmela y Tina se confunden e identifican con las guitarras de Johnny Galvao, que había sido componente de Los Buenos y de Os Duques, y colaborador de Miguel Ríos, los teclados de Luis Cobos y Eddy Guerín, que antes había trabajado con Jeanette, la ingeniería de sonido de Juan Vinader, que había trabajado con el Joan Manuel Serrat más pop y los arreglos de Pepe Nieto. Es decir, el mejor, o uno de los mejores, elenco rockero del momento, producido todo ello por José Luis de Carlos. Las Grecas hicieron con Gipsy Rock un disco rompedor cuya influencia se ha ido extendiendo a lo largo de los años.
Este álbum además fue el pionero del llamado sonido Caño Roto que popularizaron gente como El Luis, Los Chorbos o el propio Manzanita en solitario. Algunos de estos discos estarán también producidos por José Luis de Carlos. No son sólo las guitarras hendrixanas de Galvao. Son también las tremendas percusiones: Te estoy amando locamente se abre con una batería impresionante que luego deriva en una memorable síncopa en el cencerro. No es la única pieza lolailo (lolailo es todo el disco) que usa palabras en caló, del álbum. Hasta cuatro percusionistas figuran en los créditos del disco, incluyendo las percusiones latinas de Tito Duarte. Te estoy amando locamente es una descarga de energía que se mantiene plenamente vigente. Precisamente con la conga de Duarte se inicia la arabizante Bella kali. Por supuesto que es un universo árabe pasado por el filtro de Cecil B. De Mille que nada tiene que ver con la cultura árabe real. Pero ¿acaso la ficción no es real? ¡Viva Jeros! Impresionante el teclado con el que se inicia El garrotín, la primera pieza del disco que se sale del medio tiempo característico de Las Grecas para llevarnos a un ritmo frenético de un estilo clásico de lo jondo y de la fusión flamenca jonda ya que por el garrotín pasaron Sabicas, Smash y Las Grecas. La fuente de la inspiración es el tema de Smash que se inspira, a su vez, en Sabicas. Es decir que sin Sabicas no existiría Smash y sin Smash, Las Grecas. Maravillosa versión. Bueno, al fin y al cabo el garrotín es un estilo que antes de ser jondo fue una canción, aflamencada por obra y gracia de El Mochuelo, Manuel Torre, el Niño Medina, La Niña de los Peines y Faíco a principios del siglo XX. Orgullo junta las influencias de Hendrix, las composición de Jeros y las voces de Las Grecas, ¿se puede pedir más para ser feliz? ¡Pedazo de riff al teclado! ¡Pedazo composición! ¡Pedazo interpretación! Y después, Achilipú, o sea, el acabose. Amma Inmi, a pesar de venir firmados por Campuzano, son unos tangos tradicionales. Después de Gipsy rock el dúo publicó otros tres álbumes de larga duración, en los tres años sucesivos, con la misma fórmula, el mismo productor y los arreglos de Johnny Galvao. No obstante, a pesar de la calidad de las grabaciones, el éxito arrollador de su primera entrega no se volvió a repetir.
Una imagen promocional de Las Grecas de los años setenta.