¡Conozca la 'Historia del Flamenco'!

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Una película de Alfred E. Green

La muestra sobre Vicente Escudero que se puede ver hasta enero en el Espacio Santa Clara incluye algunas de las primeras filmaciones del bailaor. Como el baile es movimiento, lo que más me ha interesado de la exposición han sido las imágenes en movimiento, fundamentalmente la película Here’s to romance dirigida por Alfred E. Green en 1935. Antes de dirigir a Escudero, Green había hecho lo propio con artistas de la talla de Mary Pickford, Barbara Stanwyck o Bette Davis. En Here’s to romance, estrenada en España en 1936 con el título Brindemos por el amor, se presenta el bailaor como gitano español y después baila a un ritmo binario interpretado por una orquesta ligera. Al final de la pieza Carmita García se une a Escudero para hacer un paso a dos con castañuelas. Y todo en menos de dos minutos. No creo que Escudero utilizara esta denominación de gitano en Estados Unidos como sinónimo de flamenco, como se asegura en esta muestra. Creo que la utilizaba, como su colega y rival Antonio Ruiz Soler, por una cuestión puramente publicitaria. Eso sí, cuando Antonio Ruiz Soler volvió a España, ya no usó más esta denominación, porque sabía que en España los racismos eran otros. En España, para aspirar a los grandes Festivales de música y danza hubo de rebautizarse como El Bailarín. Y algunos todavía se lo creen.

Aunque la película de Alfred E. Green está editada en DVD, no la había visto hasta ahora. Ya en La femme rêvée, dirigida por Jean Durand en 1929 pudimos ver a un joven Escudero de 40 años bailando a guitarra, aunque el filme no tiene sonido. Digo joven porque la filmografía de Vicente Escudero la hemos ido recuperando a retazos y de mayor a más joven. Lo primero que vimos de él fueron grabaciones de los años 70 y 80, esto es, cuando era un octogenario, para el NODO. Pero esto se fue completando poco a poco: primero con Bailes flamencos primitivos rodado en 1955 en Estados Unidos. La verdad es que parecía increíble que Escudero tuviera 67 años en este film. Debía de ser su vegetarianismo temporal lo que lo mantenía tan en forma. Pero en 1929 y en 1935 era un bailaor eléctrico, desbordante.

Influido, por supuesto, por las tendencias de moda. La femme rêvée también aparece en la muestra, aunque en una versión de inferior calidad a la editada en DVD. La filmografía de Vicente Escudero se completa con el Noticiario de cine-club de 1930, Fuego en Castilla (1961) de José Val del Omar y dos obras que no vi en la muestra, Goyescas (1942) y Con el viento solano (1966). La exposición incluye un joya, Concurso Granada por Carmita de 1933, que muestra la visita que hizo el bailaor al Sacromonte en esa fecha y que es una grabación privada, al parecer realizada por Carmita García, que está incluida entre el patrimonio que conservan los herederos de Escudero. Toda una joya, a pesar de que Escudero no baila en la película. De Gitanos de Castilla, película proyectada e incluso guionizada por Vicente Escudero para la dirección de Ricardo Torres y con intervención en la misma de Eloísa Rey, nos dice José Luis Navarro, biógrafo de Escudero, que se quedó en un simple proyecto. No obstante, la muestra incluye un cartel de esta película y existen también postales y afiches de la misma. Como coreógrafo aparece en los créditos de La patria chica (1943), Castillo de naipes (1943) y La revoltosa (1949), donde aparece, también, como parte del ballet que interpreta la música de la zarzuela que da título al film.En la exposición hay otra grabación que ha despertado mi curiosidad. Se trata de una grabación sonora con la etiqueta Baile con motores. Sala Pleyel, París. Museo de la Técnica de Viena. Se trata al parecer, del ruido de una bobina, imaginamos que contemporánea del baile que llevó a cabo Escudero en la mencionada Sala Pleyel. La primera etapa de la carrera de Vicente Escudero es la que más me interesa por diversas razones, de ahí el interés de estas filmaciones. La primera razón es porque es la que menos documentada está. La segunda porque la historia del flamenco de las primeras décadas del siglo XX está por hacer. Es una etapa en la que el flamenco es un arte de vanguardia, especialmente el que se hacía en París, que es donde Escudero eclosionó como bailaor. Arte de vanguardia, de variedades. Aunque en esa época la denominación para estos bailes era la de bailes españoles, domo esta muestra demuestra.

Así, Escudero baila farruca pero también tango argentino o pasodobles. El diploma que le concede Comoedia en 1920, que lo convirtió en bailaor, es una de las joyas de esta muestra. En él vemos que obtuvo el primer premio en Danses modernes. Eso era el flamenco en ese momento, una danza moderna. Su baile en la película de Alfred E. Green me hizo recordar las memorias del maestro Juan Martínez cuando comenta que llegaba a una ciudad con su pareja y «sus músicas», es decir, sus partituras, y buscaba a unos músicos que interpretaran la música para sus bailes. Su interlocutor, Manuel Chaves Nogales, le pregunta que cómo tocaban flamenco los rusos. El diálogo se produce en 1934, cuando ya estaban cambiando algunas cosas en el baile español. Martínez contesta que tocaban «muy bien, a su manera, pero muy bien» o algo parecido. En ese momento los bailes españoles están en todo el mundo. También en todas las pantallas, en unas grabaciones que estamos recuperando poco a poco y que nos ofrecen una visión cabal de cómo era entonces el baile español, lo que hoy llamamos baile flamenco. Escudero no inventó este baile español de principios de siglo como tampoco inventó el «baile jondo o flamenco primitivo» como se asegura en los paneles de esta muestra. Escudero tenía la capacidad de adaptarse a las corrientes estéticas de su tiempo. Por supuesto que fue un creador, uno de los grandes creadores de su tiempo, de todos los tiempos. Y su invento del baile por seguiriyas fue anterior al de los bailes por caña moderna, martinetes, tarantas y demás estilos graves que se bailaron después de la guerra civil. En puridad, la primera en bailar la seguiriya es la niña de María de la O (rodada en 1936 aunque estrenada en 1939). Es decir, que estaba en el ambiente. Pero antes que él, en la vanguardia, que más debiéramos llamar variedades, hubo artistas como Carmencita, Pastora Imperio, Faíco, Amalia Molina, Antonia Mercé o el propio Martínez, entre otros. Y antes que Escudero, o al menos contemporáneos a él, en el «baile jondo», hubo artistas como Faíco, Pastora Imperio, Rafael Ortega, etc. El baile jondo, como el cante jondo, fue un invento, y no de la nada, de Falla que, tras desentenderse su creador de él, porque era una bomba de relojería que le podía estallar en las manos, triunfó en la posguerra española y mundial porque el mundo estaba cagado de miedo. La vanguardia, es decir, los juegos difíciles de ingenio, es una tradición que se remonta a los mismos orígenes del arte occidental.

Agradecer, una vez más, al maestro José de la Vega por su enorme generosidad hacia Vicente Escudero y su obra, tanto en vida del bailaor como tras su muerte. Las castañuelas metálicas de la colección de José de la Vega también las podemos ver aquí.

‘Coreografía. Bailes y danzas de Vicente Escudero’ Comisario: Pedro G. Romero. Espacio Santa Clara, Sevilla. Hasta el 14 de enero.

Imagen: Póster español de ‘Here’s to romance’ con Vicente Escudero en el centro.

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